Hace unos meses recibí una llamada teléfonica desde un número extranjero que, creo recordar, no cogí a la primera. El teléfono volvió a sonar y, esta vez si, lo cogí (¡y menos mal!). Era Héctor, desde Alemania, donde vive junto a Carlos. Estaba organizando su boda desde allí y quiso contar con nosotros para su gran día, ¡lo tenía clarísimo!
Cuando empezó a contarme detalles de su boda, y que se iba a celebrar en la casa rural "La Carrasca" (nos suena de algo a Tania y a mi este lugar...) sabíamos ya que iba a ser una boda especial , llamémoslo boda, llamémoslo fiesta a partir de ahora. Porque esta última palabra se acerca más a lo que pasó allí realmente. Una fiesta, una celebración con la gente más cercana a ellos. Una ceremonia civil organizada por ellos mismos, emotiva y divertida a partes iguales.
También tenian claro que los preparativos de la boda, las horas previas, iban a pasarlas juntos, y así fue. Se vistieron juntos dentro de la casa y enseguida salieron a recibir a los primeros invitados. La lluvia que amenazó todo el fin de semana no hizo acto de presencia durante toda la tarde y de hecho, salió el sol justo para atardecer junto a los novios mientras se dirigían al "altar" :D
Fuentes cercanas a la boda nos informan que, la mayor parte de los invitados, vieron amanecer el domingo mientras seguían la fiesta... menos mal que de eso, no hay fotos :)
Como siempre, dejamos que las fotos que hizo nuestro compañero Juanan hablen por nosotros. ¡Chicos, ha sido un auténtico placer!